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El nuevo concepto de cooperación

By marzo 13, 2020No Comments

La exigencia de los nuevos tiempos, las nuevas tecnologías y las demandas en la economía global nos
han hecho re aprender alguno conceptos que probablemente en el cenit del capitalismo del siglo XIX
se fueron convirtiendo casi en utopías. Éste es el caso de la palabra “cooperación” la cual ha cambiado
radicalmente desde la mitad del siglo XIX a nuestros días en los cuales se ha transformado en una
práctica que si no ponemos en el centro de la economía y de los negocios, grandes o pequeños, e
incluso en el trabajo de cualquier individuo, debilitará cualquier idea de producción, avance y
desarrollo, ya sea en el trabajo personal dentro de algún consorcio o en la macro empresa.
La Revista Forbes menciona en un artículo publicado hace poco que la idea de cooperación ha sido
desde siempre una característica de ciertos pueblos que tienen una cultura de trabajo fascinante como
lo es Japón.
Además de ello, está probado que la cooperación no es sólo una teoría o una forma de trabajo sino
que se ha convertido en una necesidad.
El Harvard Business Review define de manera determinante “Cualquiera que se la procedencia y el
perfil de los múltiples equipos que se conforman en el lugar de trabajo, su organización depende de
ellos”. A lo cual también advierte que los nuevos modelos de contratación habrán de ser
“contrataciones para la cooperación”, lo cual es un cambio rotundo en la mirada hacia las empresas
que se tenía hasta el siglo XX en el cual lo que se buscaba era la competitividad más que la
colaboración.
A nivel macro económico, las grandes empresas también se han dado cuenta en los últimos 5 años
que las distintas tendencias de la economía global que nos habían llevado a adquirir manufacturas de
buena calidad a menor precio en otras latitudes, empieza a ser cuestionada por el hecho de dos temas
fundamentales que son primero, el ahorro de energía, lo cual implica una disminución del uso de
energías que han sido sumamente dañinas para el planeta, y por otro lado, la rapidez con la cual el
consumidor final requiere hoy sus productos.
Esto ha dado como resultado que distintas empresas estén cambiado sus estrategias de distribución,
manufactura y cooperación también, pues el mercado y las dinámicas de compra venta han cambiado
y lo hacen constantemente.
En el caso de las empresas, éstas buscan ahora que la manufactura se encuentre más cerca de su
consumidor final pues sólo mediante esta estrategia puede cumplir la demanda de rapidez del cliente.

muchas empresas han decidido cambiar las locaciones de sus talleres y de su manufactura con esta
visión aunque en la práctica esto también cambia las reglas del juego en el cual hasta hace poco el
outsourcing era una nueva manera de globalizar y abaratar los costos de producción, sin embargo, en
algunos rubros al menos, esto empieza a cambiar.
Bajo este esquema es que la cooperación, incluso a niveles macroeconómicos también empieza a ser
una necesidad: si dos o más industrias necesitan la misma latitud para tener una mayor rapidez en sus
procesos, en muchos casos se está necesitando de la cooperación para compartir las mismas
instalaciones o las mismas manufacturas aunque sus rubros sean distintos o en algunos casos más aún
si el tipo de manufacturas son del mismo tipo.
Estos caminos de cooperación además, ayudan a generar un sistema de responsabilidad ecológica
pues a menos distancia de distribución, menor es el uso de transportes y con ello, menos daños
ecológicos se producen por emisiones de CO2, lo cual promueve además, una idea de producción
ecológica.
Esta cooperación empresarial en plantas manufactureras, distribución y espacios de uso común, ha
implicado que distinta compañías que durante mucho tiempo fueron competencia unas de otras, se
asocien con la idea de tener una manufactura más cercana que cumpla con las peticiones del
consumidor que espera rapidez en sus compras y obtenciones.
El ejemplo más claro está en marcas como Mazda y Toyota, por endiosar alguno, que han decidido
compartir una fábrica en Alabama en beneficio de los compradores norteamericanos.

Este tipo de cooperación pronto se combinará con otro factor que será clave para estas producciones
rápidas y eficientes dentro de las que se encuentra el uso de tecnologías tales como las impresoras 3D
que en varias industrias empiezan a solucionar tanto la demanda como la mejora en los costos de
producción. A la larga este tipo de soluciones implicará otro tipo de cooperación Inter empresarial
que con seguridad ayudará a que distintas compañías compartan tecnologías y soluciones
manufactureras.

La cooperación sigue siendo uno de esos conceptos que a través de los siglos ha pasado de ser un
enemigos sospechoso del libre mercado, sobre todo en lo que refiere al siglo XIX, a ser parte del
vocabulario de las estrategias corporativas del mercado global que nos ayudan a mejorar tanto a gran
escala como en el mundo indoors de la empresa misma.

Tanto en los desafíos de las necesidades del cliente del siglo XXI, hasta en las formas en que se
busca el crecimiento y desarrollo de economías más limpias el concepto de cooperación es hoy más
necesario que nunca
Cooperar nos tocará a todos, empresas e individuos en la tarea de ofrecer al cliente lo que pide, y con
ello, debemos re entrenarnos más en ésta que en la competitividad.
Cooperar, más que competir, es una de las exigencias del nuevo siglo y los nuevos tiempos.
Se evidencia que las ideas están en movimiento, y con ello la historia de la economía no es la
excepción, sólo en favor de caminar al mismo ritmo de las ideas es que seremos capaces de desarrollar
nuevos formatos que serán exigencias del mismo mundo que cambiante también, nos va exigiendo y
regulando a una rapidez que exige de nosotros adaptabilidad y aprendizaje constante.

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