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La fuerza laboral: el jaquemate de las PyMes

By marzo 25, 2020No Comments

Carolina Arango-Castaño

Content & Growth Strategies Latin America 

 

Para jugar ajedrez, hay que aprender a olvidar. Para ser estratégicos con la nueva fuerza laboral hay que hacer lo mismo. En las pequeñas y medianas empresas así como en un juego de ajedrez, cada movimiento cuenta y, cuando las condiciones económicas mejoran en nuestros países (por voluntad privada o pública), más personas ingresan a formar parte de la fuerza laboral. ¿Cómo pueden las PyMEs pensar una estrategia para potenciar cada vez más sus equipos de trabajo, (tal y como lo hacen los jugadores de ajedrez)?

Con cada movimiento de personal -entradas y salidas- en las organizaciones, disminuye la predicción para controlar los logros de los equipos en el corto y mediano plazo; hay que estar reaccionando constantemente, apagando fuegos y eso nos hace menos productivos e incapaces de ejecutar nuestra estrategia de crecimiento. Un mal movimiento es un turno perdido. Pierdes tiempo, suelo, impulso. Corres el riesgo de perder el control de la situación y te encuentras corriendo. Los grandes jugadores de ajedrez y la gente de negocios son muy conservadores con lo que hacen. Pero una vez que han ganado algo de terreno eso cambia.

Cada persona en la organización cuenta. En el ajedrez, si pierdes una pieza y no consigues una en tu próximo turno, puede costarte el juego. Los negocios son tan competitivos que necesitas a cada colaborador como un activo para tener una ventaja competitiva. El ajedrez te enseña a tomar decisiones en situaciones complejas y lidiar con ellas. Te enseña estrategias que son intrínsecas, de acuerdo al portafolio de productos y servicios, presupuestos y objetivo.

Diseñar estas jugadas con la entrada de este nuevo siglo nos invita como empresarios a ser más pragmático, y a tomar decisiones para la transformación organizacional que es inminente, no sólo por la presión de la transformación digital y la automatización sino también por la multicultural, diversidad de género y multigeneración. Pero esta estrategia debe incluir no sólo pensar de manera diferente en términos de cómo capacitamos y educamos a nuestros colaboradores, sino también cómo encontramos a los apropiados para empezar. Desde la perspectiva del éxito, una mejor diversidad conduce a mejores resultados, ya que los equipos de trabajo son más creativos, tienen una mejor conexión con los clientes y son comunicadores más hábiles.

Hay que olvidar las estrategias previas de contratación, (es complejo pero funcional). Independientemente de la edad, puesto o tiempo dedicado a la empresa, las personas siempre buscan nuevas formas de crecer y desarrollar sus carreras. Podemos ayudarlos a enfocarse en sus fortalezas, habilidades y cualidades que no pueden ser replicadas por las máquinas, como la comunicación, la empatía y la curiosidad.

Mirar hacia delante es clave en el ajedrez. Necesitas imaginar movimientos y esperar a que se hagan realidad. Es vital reaccionar a estos movimientos, y estos movimientos son críticos en los negocios. A menudo estamos atrapados aquí y ahora, tratando de comprender la 4IR, a los millennials, centennials, X, baby boomers, cuando lo que cualquier colaborador desea, es que su líder tenga una vision de futuro, lo motive, desafíe, le permit tener un equilibrio vida-carrera, tenga autonomía, conviva entre la equidad de género y seguridad laboral.

Hay nuevas generaciones, nuevos planes, y los empresarios debemos pensar en los siguientes movimientos para salir ganadores:

1. Fomentemos una cultura del feedback. La cercanía y la retroalimentación constante siempre tendrán un lugar fundamental en la forma en que una empresa puede desarrollar la inclusión. Al sumergir a los colaboradores en una cultura de retroalimentación, seguirán comprometidos con el aprendizaje de por vida.

2. Dejemos de pensar en términos de jerarquía y promovamos la mentoría inversa. La diversidad es la base de la innovación. Para innovar con éxito, primero debemos ver la diversidad como un activo. Una forma en que las empresas pueden alentar esto en el lugar de trabajo es a través de la mentoría inversa, donde los líderes senior pueden aprender habilidades digitales específicas de sus homólogos más jóvenes. Esto une a las generaciones de los empleados y es clave para cerrar la brecha de conocimiento entre ellos.

3. Creemos evaluaciones de desempeño centrada en el empleado. En nuestra era digital, las empresas deben volver a evaluar sus estándares de desempeño para adaptarse a las necesidades cambiantes de sus colaboradores. Ya no podemos seguir con los viejos modelos que no logran rastrear los matices del ciclo de vida de una persona. Esto significa generar un entorno de trabajo en el que la colaboración y el diálogo sean más valorados que las calificaciones de desempeño. Cuando esto ocurre, todos estamos motivados para lograr un crecimiento auténtico que se basa en un objetivo centrado en el futuro.

El jaque mate se refiere a una posición en el tablero en la cual el Rey está amenazado con una captura inminente y no existe una manera posible de evitar tal amenaza. El jaquemate es siempre el objetivo o meta final de una partida de ajedrez. En los negocios es la rentabilidad y el crecimiento sostenido, para hacer esta jugada final basta con alinear las metas de ventas, los equipos y el acompañamiento experto.

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