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Las empresas, motores de articulación de la agenda de desarrollo sostenible 2030

By marzo 13, 2020No Comments

Desde el año 2015 la Organización de la Naciones Unidas lanzó los Objetivos de Desarrollo Sustentable, que son un conjunto de 17 objetivos para generar un mundo mejor. El ámbito económico y empresarial no podría simplemente obviarlos sino que ya con casi 5 años del lanzamiento de este plan que comprende la agenda para los próximos 10 años más; muchos ámbitos del desarrollo económico mundial han cambiado pero otros no, y es necesario analizar con cercanía qué se ha hecho para amén de dar un diagnóstico, verificar qué falta por hacerse y qué debe atenderse de manera urgente desde las instituciones empresariales.

Después de Davos, y del acuerdo de París en los cuales el bottom line fue que lo único seguro es la urgencia de generar iniciativas que aceleren la mejoría de nuestro medio ambiente y con ello, también la mejora de la calidad de vida de la humanidad, es importante verificar en números qué esta haciendo falta y cómo los empresarios deben detenerse a verificar las resoluciones que se toman o no desde nuestras instituciones económicas.

Primeramente es de utilidad enlistar las acciones que corresponden específicamente al sector empresarial.

Hay 3 acciones que todas las empresas debe atender:

 

La adaptación de los modelos de negocio

La inclusión de las mujeres y las niñas en los ámbitos económicos y empresariales

La promoción de un negocio social, sostenible y rentable

 

Según los resultados, el país que más comprometido está con la agenda es España con 1,534 compañías adheridas al reto, de las cuales el 60 % son pymes y un 23 % son empresas muy grandes[1].

En referencia a los puntos 8 y 9, enfocados en el “desarrollo de empleo decente y crecimiento económico ” así como el de “Industria, innovación en infraestructura”, son angulares para el marco económico de corte empresarial aunque debemos reconocer que todos los puntos pueden y deben ser atendidos por las distintas instituciones económicas.

Con esta desafiante hoja de ruta perfectamente marcada y unos objetivos claramente establecidos, todos (sociedad, administraciones y empresas) nos encontramos frente a una etapa excepcional en la que podemos y debemos contribuir.

En un análisis real y concreto todo tiene su síntesis en números y las cifras aunque en el caso de España son alentadoras, en el caso de Latinoamérica los procesos se han alentado en demérito de nuestras propias necesidades.

Vale la pena subrayar que hay muchas formas de apoyar la agenda y los distintos enfoques pueden también darnos luz en cómo sería posible apoyar esta carrera conjunta, existen acciones filantrópicas, acciones directas y desarrollo de productos o servicios.

En el caso de la filantropía entendemos claramente la dirección de sus esfuerzos, sin embargo en el caso de la implementación de iniciativas interinstitucionales en las cuales se puedan reducir impactos negativos en los distintos rubros de los objetivos, pareciera que no estamos observando un área de oportunidad interesante pues cada pequeña acción cuenta.

El caso de los productos y servicios, tiene implicaciones de innovación a través de la cual podemos contribuir de manera mucho más especializada en la materialización de las metas de los ODS a la vez que se pueden generar nuevas oportunidades de negocio dentro del mismo negocio.

El resultado es el mismo, aportar a una carrera contra el tiempo, en la cual estamos insertos con o sin conciencia de ello. Tal cual como pasa en el Parkasé, o Ludo, variante del Parchís o Pachisi, considerado el juego de mesa nacional de la India, se trata de una carrera, en la cual no sólo es necesario contar con los mayores puntos para alcanzar la meta sino que las 4 fichas del mismo color deben llegar a su destino con la numeración exacta.

Nuestro objetivo es acertar en la numeración exacta y para ello necesitamos estrategias, porque la carera que libramos es una carrera de tiempo en apoyo a nuestro propio contexto; que ni espera ni nos dará más tiempo más que el necesario para actuar de manera inteligente y asertiva.

En el último informe de la ONU se concluye que los conflictos y los efectos del cambio climático fueron los principales factores que contribuyeron al crecimiento del número de personas que se enfrentan al hambre y al desplazamiento forzoso, además de limitar el progreso hacia el acceso universal a los servicios básicos relacionados con el agua y el saneamiento.

En más de diez años la cifra ha crecido y hoy tenemos más de 38 millones de personas en estado de hambre; hemos pasado de más de 750 millones en 2015 a 815 millones en 2016. Según el Informe los conflictos son hoy en día una de las causas principales de la inseguridad alimentaria en 18 países. Hace apenas menos de 5 años el mundo experimentó la temporada de huracanes más devastadora registrada en el Atlántico Norte que ocasionó más de 300 mil millones de dólares en pérdidas económicas mundiales ligadas a los desastres.

Sin embargo, a la vez el informe reveló que el número de personas que han mejorado su vida en el último decenio ha aumentado. La proporción de trabajadores del mundo que viven con sus familias con menos de 1 dólar y 90 centavos por persona al día disminuyó significativamente en los dos últimos decenios pasando del 26,9% en el año 2000 al 9,2% en 2017.

La tasa de mortalidad de niños menores de 5 años se redujo en casi un 50%, y en los países menos adelantados la proporción de población con acceso a la electricidad aumentó más del doble entre 2000 y 2016. Sin embargo en 2015 2,300 millones de personas aún no tenían servicio de saneamiento básico y 892 millones de personas continúan practicando la defecación al aire libre. En 2016 hubo 216 millones de casos de malaria, lo que representa un aumento respecto a los 210 millones de casos en 2013, y cerca de 4.000 millones de personas se quedaron sin protección social en 2016[2].

A medida que la comunidad mundial avanza para alcanzar los ODS y abordar los desafíos existentes, se necesitan con urgencia datos fiables, oportunos, accesibles y desglosados. Esto requiere tecnología, recursos y compromiso político para construir sistemas sólidos de datos y estadísticas en todos los países que nos hagan saber con certeza cuántas casillas nos faltan para llegar a la meta y si es posible llevar nuestras fichas a la misma meta, no sólo por ganar, sino porque sin terminar este juego, el desarrollo empezará a convertirse en un lento andar del ser humano a través de un tablero que no lleva a ningún lugar.

1 La empresas lideran las apuestas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Observatorio ODS.  https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/10/24/companias/1571941994_127131.html

2 Informe sobre los progresos en el cumplimiento de los ODS https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/progress-report/

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