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Nuevos (antiguos) modelos para una nueva economía

By mayo 15, 2020No Comments

Ahora que en México estamos en la punta más alta de la curva de la pandemia, y a la par otros países van saliendo poco a poco del confinamiento, hay una serie de preocupaciones que empiezan a ser parte del diálogo cotidiano en materia de política y economía; ya que tras esta disrupción es evidente que los modelos económicos predominantes no sólo cambiarán sino que lo mejor será adelantarse a verificar de la manera más técnica y estudiada, cuáles serán los modelos posibles en una economía tan lastimada como se encuentra hoy la de todo el mundo.

La comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) asegura que podría haber una contracción del PIB de -1,8% en el presente año, dato que nos invita a la reflexión y el análisis pues esta institución asegura que no habrá otra manera de mitigación de los efectos de la presente crisis sino sólo a través de un cambio de modelo económico de desarrollo.

Mediante el Informe de América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19: efectos económicos y sociales, se hizo una proyección al año 2030 en la cual sin la voluntad política de integración de la región a nivel económico y de producción, será muy difícil salir adelante en los próximos 10 años.

En el informe se mencionan temas que hemos tratado con anterioridad como la economía de guerra, y se insta a los distintos gobiernos a repensar sus estrategias de desarrollo fortaleciendo la integración subregional y regional para asegurar las cadenas de suministros, entre otros elementos que den fortaleza a la zona.

De igual forma se suma a este esfuerzo el observatorio Covid-19 que en coordinación con la ONU verificará las medidas a tomar para mitigar el cambio económico que se avecina.

Entre los rubros que se mencionan están la disminución de la actividad económica de los principales socios comerciales, la caída de los precios de productos básicos, la interrupción de cadenas de valor, menor demanda en turismo, así como la reducción de remesas.

Por supuesto, la apuesta y la recomendación de la CEPAL es la integración, la cual lleva un tiempo posponiéndose sin llegar a alguna solución y parecería que podríamos estar más cerca de concretarla en aras de las necesidades básicas de la zona, sin embargo, también notamos, dados los requerimientos especiales de la economía regional que será de suma importancia buscar entre las tendencias económicas, modelos que se ajusten a la realidad que hoy vivimos o estamos a punto de vivir.

Ya hemos dejado ver en otros artículos distintas tendencias que empiezan a resonar como lo son la “renta básica universal”, la integración regional por supuesto también lo es, pero tomando en cuenta las condiciones de nuestros países y la rapidez con la cual deben llevarse a cabo los cambios económicos que palien la situación de nuestros países, será necesaria la intervención del estado de alguna manera pues no hay posibilidades de ayuda de otros organismos dado que la pandemia ha ido golpeando a todo el orbe y esto deja a cada región sola con sus propias ayudas y compromisos.

Y es que bajo un análisis más profundo como revela el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, la crisis del capitalismo ya venía dando algunas señales de estar en momentos críticos hace tiempo: la crisis del 2001 con el atentado a las torres gemelas, la crisis hipotecaria del 2007, la recesión mundial del 2009, en fin, que la llegada del coronavirus sólo subrayó un problema del sistema económico que llevaba años dándonos señales de estar fallando. Lo que es un hecho es que esto ha dado pie a muchas especulaciones acerca de cuál será el mejor escenario para la política económica por venir y cuál será el modelo catalizador que puede ayudarnos en realidad.

En este sentido, llaman la atención las últimas tendencias que voltean a ver, una vez más, al keynesianismo como una práctica posible, tomando en cuenta que primero, nunca se llevó a cabo, segundo, siempre tuvo detractores, incluso tras la segunda guerra mundial en la cual se barajaba cómo se iba a mover la economía mundial de posguerra.

Pero vamos por partes, ¿qué implicaciones tiene exactamente el keynesianismo?

John Maynard Keynes propuso para 1942, como medidas de ayuda y crecimiento al periodo de posguerra, generar demanda en quienes menos tienen a través de trabajo efectivo y mayores impuestos a quienes más tienen, pero sobre todo la participación aeconómica del estado en combinación con las empresas privadas.

Es de llamar la atención que el ex candidato a la presidencia de Estados Unidos, Bernie Sanders, justamente de ahí estaba abrevando para su campaña, tomando en cuenta que los grupos menos privilegiados en Estados Unidos podrían tener mayor poder adquisitivo mediante este modelo, sin embargo, quienes menos gustan de él son evidentemente las alas más neoliberales pues adentrándonos en aquel slogan Laissez Faire, que se impuso desde los años cuarentas hasta nuestros días es que las grandes empresas han podido generar fortunas inimaginables sin la intervención del estado.

Las preguntas son dos, primeramente, ¿es posible salir a flote de este momento de crisis sin la intervención económica del estado? la respuesta en los países emergentes es más que clara, no, no es posible, esto cambia en el caso de Europa por ejemplo la cual tiene finanzas más sanas que les permitirán al menos no endeudarse, sin embargo, Latinoamérica no vive el mismo panorama. La segunda cuestión es si permitirán los grandes consorcios atender de estas maneras las coyunturas económicas cuando en el fondo estas políticas les ponen a merced de un estado protector pero también vigilante de prácticas que con seguridad irán más allá de lo meramente permitido lo cual podría no ser conveniente en momento de sacar adelante la maquinaria económica de alguna manera.

Las respuestas no las tenemos y seguramente así como éstas, otra soluciones entrarán en debate y mucho tendrá que ver con las políticas que se estén generando en el momento mismo en que se deba definir algún formato nuevo para seguir avanzando de la mejor manera tomando en cuenta que hoy miles de personas han quedado sin empleo y otras miles de empresas han debido cerrar operaciones.

¿Será que el keynesianismo nos alcanzará para el siglo XXI? o quizá a más de 80 años es un hombre mayor que ya no puede dar más que lo meramente necesario… ¿historia? ¿experiencia? ¿ideas?

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