
Por: Carolina Arango, Directora de Contenido y Wadhwani Advantage, Wadhwani Foundation América Latina
Ojalá el liderazgo fuera blanco o negro. Pero no lo es. Liderar es un desafío para crecer, madurar y permanecer en el mercado.- hablando de líderes empresariales o de aquellos directores generales de las pequeñas y medianas empresas que día a día están a la cabeza de organizaciones familiares o sociedades, que todos los días buscan mejorar su nivel de posicionamiento y sostenibilidad en el tiempo-.
Entonces, liderar se convierte en una paleta de colores, donde cada color es un interés diferente, y se torna entonces indispensable conectar, con todos los colores conocidos o con un una selección de colores con base en la similitud de tonos.
Y en ese punto, debido en gran parte a los profundos cambios tecnológicos que impulsan la cuarta revolución industrial, el liderazgo asume desafíos para integrar a la paleta de colores como: el desarrollo sostenible, la seguridad de los recursos ambientales, la migración, la equidad de género, la gobernanza global, la inversión y la innovación social.
Entonces, ¿cuál debe ser el color del liderazgo?
La respuesta es, del color del corazón y la visión del líder, una suma de tonalidades llenas de conexiones éticas que permitan crear empleos dignos, cambiar positivamente la vida de sus colaboradores y familiares, desarrollar innovación responsable, que propicien la búsqueda de la equidad y luchen contra la corrupción.
Los líderes conectan por naturaleza, es algo intrínseco a su personalidad, una combinación de curiosidad, confianza, energía y sociabilidad. Los invito a conectar la visión de crecimiento con los valores protegidos en todo momento, para avanzar en el propósito de transformar a las economías emergentes. Que nuestras paletas de colores siempre sean la honestidad y el beneficio común.