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Colaborar para evolucionar

By abril 1, 2020abril 3rd, 2020No Comments

Javier Campos Stivalet
Vice President and Managing Director Latinamerica

Desde que el ser humano concibió a las especies como entes dinámicos, lo que pensamos sobre los procesos evolutivos ha ido cambiando. Desde pensar que las especies evolucionan de forma grupal, como un todo buscando adaptarse al ambiente que habitan de manera que las diferencias entre individuos de la población son despreciables frente a las similitudes; hasta considerar que las poblaciones saturan de individuos el medio que habitan y donde las diferencias individuales toman el control y solo aquellos que logran satisfacer sus necesidades son seleccionados por la naturaleza para evolucionar frente a los que no.

Así, nuestra visión de la vida es que ha sido una lucha constante por la supervivencia, donde quien no lucha, muere en manos de quien esta capacitado para hacerlo. Esa naturaleza competitiva donde las poblaciones especificas son conjuntos de egoístas en busca de su propio beneficio, sin embargo, se ve contrastada cuando nos damos cuenta de que, en cada uno de nosotros, en nuestra sociedad y en cada organismo vivo, la naturaleza muestra que donde existe vida hay colaboración.

¿Como ha podido pasar esto? ¿Si quien mejor explota en medio a costa de los demás es quien gobierna el destino de la vida y si todo organismo vivo exhibe una necesidad de colaboración para sobrevivir, como hemos podido entonces evolucionar? La respuesta no es obvia: Fortaleciendo la colaboración.

La colaboración fue sin duda, una de las mas primarias y crudas características de sobrevivencia del ser humano en sus inicios para lograr enfrentarse a los paulatinos cambios tanto biológicos como sociales a los que se enfrentaba, ya que se convirtió en el elemento de cohesión entre individuos que nos permitió llegar a este punto de la evolución, ahora en el siglo XXI donde las evoluciones son prácticamente inmediatas y nos enfrentamos a cambios disruptivos y sus respectivos retos de adopción, tanto en aspectos tecnológicos, sociales como ambientales, la colaboración se ha convertido en una habilidad fundamental para enfrentar y encarar dichos cambios y sus impactos. Esta habilidad debe ser entendida como un proceso consciente donde mediante la creación y mantenimiento de grupos colaborativos, logramos mejorar y potenciar nuestras características individuales para avanzar e impactar a la comunidad a la que pertenecemos y es en el entendimiento de esta necesidad donde los lideres encuentran su destino, inspirando a los miembros de su comunidad a compartir valores, intereses y necesidades con otras e interactuar para fortalecer las relaciones y la toma de decisiones colectivas, negociando acuerdos, apoyando y valorando los esfuerzos de los demás y planteando desacuerdos de forma asertiva para lograr un objetivo en común: Evolucionar.

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