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Latinoamérica

La movilidad social en países emergentes

By abril 22, 2019junio 26th, 2019No Comments

Por: Enrique Marumoto, Director de Wadhwani Advantage Network, América Latina.

“Según la sociología, la movilidad social sucede cuando una persona cambia su situación socioeconómica en relación a la del hogar en que nació”

En lo personal, no hay nada que me apasione y me llame más la atención que este fenómeno en donde diferentes personas han tenido la resiliencia en su vida para salir adelante y hacerse de mayores oportunidades, al alcanzar una vida más próspera que la de sus padres, al romper un ciclo de estancamiento. De verdad siento una gran admiración para las personas que lo han logrado de manera digna y honorable.

Y es que sin duda tenemos decenas de estas historias con personas cercanas a nosotros que merecen ser contadas y estudiadas. Tal es el caso del Dr. Romesh Wadhwani, quien proviene de una familia muy humilde y quien logró obtener una beca, para estudiar en el Instituto Tecnológico de India en Bombay y posteriormente obtuvo su maestría y doctorado en ingeniería eléctrica por la Universidad de Carnegie Mellon en donde comenzó a generar su fortuna al desarrollar diferentes compañías de software y base tecnológica para el sector de manufactura y energía.

Sí, estoy conscientes de que hay mentes muy privilegiadas que han logrado “cobrar ese boleto ganador de lotería”. ¿Pero qué hay de la gran mayoría de la población? ¿Estamos preparados para los cambios que se avecinan con los avances tecnológicos? ¿Tendremos suficientes fuentes de empleo? ¿La automatización nos quitará todos nuestros trabajos?

David Autor, economista del MIT, menciona el tema de la polarización del empleo, en donde existe la posibilidad de que nos convirtamos en una sociedad todavía más estratificada, puesto que los empleos de la clase media son los que están verdaderamente en riesgo, debido a que dichas tareas podrán ser ejecutadas por las computadoras.

El Banco Mundial menciona que los países en desarrollo han sufrido un estancamiento en la movilidad social en los últimos 30 años, debido a la gran desigualdad de oportunidades que se presentan por diversas políticas públicas instauradas en los países.

Y aquí es donde conecto con la tesis principal del libro “¿Por qué las naciones fallan?” de Acemoglu y Robinson, en donde mencionan que la prosperidad de los países no depende de la cultura, religión, raza, recursos naturales, posición geográfica o clima, sino del desarrollo de instituciones tanto políticas como económicas inclusivas.

En este libro relatan un sin número de momentos históricos en diferentes países en donde por el miedo de generarse una  “destrucción creativa”, se evitó deliberadamente implementar diversas innovaciones que cambiarían el sistema y el status quo.  Tal es el caso de William Lee, egresado de la Universidad de Cambridge, quien creó una máquina de tejer para “liberar al pueblo del tejido manual interminable” y quien buscó en 1589 a la Reyna Isabel I para que le otorgara una patente de dicha máquina, la cual fue denegada. La respuesta de la Reyna fue: “Apuntas alto, maestro Lee. Considera qué podría hacer esta invención a mis pobres súbditos, sin duda sería su ruina al privarles de empleo y convertirles en méndigos”.

Sin embargo tras la Revolución gloriosa, se dio el punto de inflexión en 1689 que permitió el desarrollo institucional en la sociedad inglesa que pavimentó el camino para que en este país ocurriera la 1era. Revolución Industrial.

Otro hecho histórico que menciona David Autor es el “Movimiento de la escuela media-superior” en los años 1800, tras la introducción del tractor en el sector primario, una política que sin duda generó una mano de obra sumamente calificada para EE. UU. Y que generó una gran prosperidad para este país.

¿Qué podemos hacer hoy en los países emergentes?, sin duda requerimos de la voluntad y colaboración de las 4 hélices (sociedad-academia-industria-gobierno) para modificar nuestro status quo, y poder generar una sociedad con mayores oportunidades para todos.

Asimismo,  tenemos una extraordinaria ocasión ya que a través de la iniciativa OPPORTUNITY de la Fundación Wadhwani, las empresas participantes del Programa ADVANTAGE pueden desarrollar a sus colaboradores con las habilidades fundamentales, o las habilidades del Siglo XXI.

Éstas se obtuvieron tras realizar un estudio a nivel global a más de 1,100 empresarios, en donde se les preguntó qué habilidades eran las que más valoraban en sus mejores colaboradores. Resultó que dichas habilidades correspondían más a competencias de empleabilidad que a competencias técnicas, tales como: resolución de conflictos, autogestión, trabajo en equipo, comunicación, enfoque en el cliente, capacidades digitales, conocimiento del mercado y mente emprendedora.

Estas mismas, se pueden validar en la herramienta “Skills of Jobs” de la OCDE, en donde efectivamente podemos corroborar que las habilidades blandas o “softskills”, son más difíciles de encontrar en general que las técnicas. Todas ellas son esenciales para generar lo que buscamos en primera instancia en la Fundación: empleos de alto valor, es decir aquellos que permitan mantener una familia de 4 miembros. Así mismo, son estas habilidades las que pueden ayudar a nuestros ciudadanos en América Latina para generar esta movilidad social que  tanto necesitamos.

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Sin duda, el futuro del trabajo es un tema que resulta bastante polémico, participa en nuestro próximo foro de discusión de la Red Advantage, en donde hablaremos de dicho tema y sus implicaciones sobre la transformación organizacional y los cambios en la fuerza laboral.

 

 

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