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Economía frugal ecológica

By marzo 13, 2020No Comments

Innovación para los nuevos tiempos

 

En el año 2012, hace relativamente poco, el término "Innovación frugal" apareció en un libro
titulado Frugal innnovation how to do more with less de dos autores indios Navi Radjou y Jaideep
Prabou.
Llama la atención sobre todo en momentos críticos como el que vivimos. Difícilmente
encontraremos un día en el cual no haya algo que remueva la frágil economía que además ha
quedado de manifiesto tanto en Davos como en otros foros, que tiene que cambiar.

Sin embargo, después de Foro Económico Mundial, y de las evidentes cifras de desaceleración
económica, así como la preocupación constante del medio ambiente que nos cobra los últimos
siglos de desarrollo industrial, pareciera que este término podría ponerse a la cabeza de las
posibilidades que tiene el ser humano de generar lo que está acostumbrado a hacer que es innovar,
con la mediación de las necesidades del presente que son muchas.

La innovación frugal refiere una innovación de productos y servicios con restricción de recursos, en
contextos de cierta urgencia a precios bajos.
El término viene de la palabra hindi Jugaad, que a grandes rasgos significa “solución improvisada o
innovadora” e implica arreglar o crear nuevos productos con el menor uso de materias primas
posibles.

El texto mencionado y el concepto siempre han ido de la mano de la inserción en la economía de los
segmentos de bajo poder adquisitivo dentro de los que se encuentran mayormente aquellos que
habitan las economías emergentes, sin embargo, dadas las condiciones de la economía actual, esta
actividad se ha extendido también a países desarrollados y de economías más sanas y está creciendo
de manera exponencial.

Estas innovaciones generan un mejor valor empresarial y social que las innovaciones tradicionales
debido sobre todo a que éstas incluyen cuatro características principales: asequibilidad, buen
desempeño, sostenibilidad y utilidad.

Y aunque el punto de partida ha sido la incipiente necesidad de los segmentos más pobres de la
sociedad, hay otra característica que tal vez no estamos tomando en cuenta y que podría ser un
punto de partida nuevo y potente para este tipo de innovación, y ésta es la emergencia ecológica.

Y es que entre las características más interesantes de este tipo de innovación está el bajo costo y el
uso o re uso de materiales locales y lo que implica la generación de ingresos, mejoras en la
infraestructura y la distribución, así como reducción de laboratorios complejos para quedarse con
las habilidades básicas de ingeniería pues según algunos analistas del tema hay tres maneras de dar
luz a los proyectos de innovación frugal que son el combinando de materiales, de procesos y los
recursos ya existentes lo cual por sí mismo también reduce tiempo, materiales y recursos humanos.

Ya en otros momentos hemos abordado la importancia y las implicaciones de encontrar en las
necesidades oportunidades, y estas ideas pueden sonar vacías cuando no tenemos ejemplos
específicos y ni siquiera sabríamos por dónde empezar en materia de proyectos y aún más, en lo
referente a la asequibilidad no sólo del producto resultante sino de la innovación misma, pero
pongamos en contexto y observemos con detenimiento.

Cuántos problemas tenemos diariamente en un lugar como éste, en un país como India, en cualquier
lugar del mundo. Podríamos preguntarnos, qué tenemos a la mano y qué tanto podríamos
solucionarlos a través de innovación, pero la “innovación fruga· que nos permite bajar nuestros
costos y usar nuestra mente como el único recurso disponible en un mundo que deja de tener
recursos naturales a gran escala y que a la vez ha llevado la tecnología a modelos impensables y
casi ficticios.

Dado que la innovación frugal está ahí desde hace tiempo como solución en países emergentes,
ahora volvemos a echarle una mirada pues además, el estado de nuestro medio ambiente que cada
vez es más frágil y cuya caracterización para los próximos decenios será “en estado emergencia”,

podríamos darle una vuelta de tuerca y de renovación a este concepto para repensar las
posibilidades de la innovación frugal ecológica que de golpe atiende dos frentes, los cambios en la
economía, el estado de nuestros recursos naturales.

Tal vez la aceitera de la abuela hecha con una botella verde y de una belleza cálida, con un tapón
reciclado de alguna otra que dejó de servir hace tiempo no sólo sea nostálgicamente bella, sino una
creación propositiva de ingeniería frugal ecológica que además, ha servido en casa durante tantos
años que no hemos sido capaces de voltear a ver su belleza, su utilidad…
La disrupción y la innovación no siempre son un chispazo de iluminación casi divina; también
pueden parecerse a un momento de decisión en el que elegimos recomponer lo que está y ha estado

ahí siempre, mediante la ingeniería de nuestras soluciones prácticas en ambientes meramente
cotidianos. ¿No es acaso eso innovación, en su estado más puro y sencillo de entender?

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